Tengo piel sensible: ¿cómo debo cuidarla?

La piel sensible es una afección temporal que se presenta en todos los tipos de piel (normal, seca, mixta, oleosa) en la cual la barrera cutánea se encuentra debilitada por diversos factores.

En estos casos, la piel presenta características que generan incomodidad, como ardor, picazón, tirantez, rojeces, irritación, entre otros.

El cuidado diario tiene un rol fundamental para aliviar los síntomas y fortalecer la resistencia de la piel. Adaptá tu rutina a tus necesidades, siguiendo estos consejos:

• Tomá baños tibios, evitando las duchas muy calientes y prolongadas.
• Evitá los cambios bruscos de temperatura, así como la exposición a fuentes de calor y al sol directo.
• Utilizá prendas de fibra natural, como el algodón.
• Usá un protector solar indicado para tu tipo de piel, y aplicalo aún en invierno.
• Mantené tu piel hidratada con productos gentiles y con activos calmantes, como limpiadores con pH neutro y cremas humectantes y emolientes. 
• Evitá los productos que contengan fragancias, alcohol, colorantes o activos irritantes.
• En el caso de incorporar maquillaje en tu rutina, asegurate que sean hipoalergénicos. 
• Sé gentil con tu piel. Evitá frotar al lavar y secar, y no utilices accesorios (como por ejemplo, esponjas exfoliantes) que puedan ser agresivos en su aplicación.