¿Cómo reconocer una piel reactiva?

Cómo reconocer una piel reactiva

La piel reactiva está asociada a una alteración en la barrera de la piel, donde la epidermis, capa cutánea protectora, no cumple correctamente su función. Debido a esta alteración, la piel se vuelve permeable a las agresiones externas y no retiene la humedad, lo que provoca una piel frágil y deshidratada.

Por otra parte, las pieles reactivas se caracterizan por una hipersensibilidad de las terminaciones nerviosas, donde los receptores sensoriales reaccionan ante estímulos mínimos.

Se diferencia de una piel sensible o alérgica por sus características:

  • Síntomas visibles con rojeces o eczemas.
  • El malestar general se asocia con una sensación de calor, quemazón, ardor, picor y sequedad.
  • Los síntomas son temporales, ya que aparecen por el contacto con factores internos o externos, cursando períodos de brote e interbrote.

Este tipo de reacciones puede ocurrir por diversos factores: 

 

Factores externos:

  • Cambios bruscos de temperatura frío/calor o inclusive el viento
  • El uso de productos con activos irritantes como perfume o alcohol
  • El uso de productos no hipoalergénicos
  • Exposición al sol sin las medidas de cuidado adecuadas

Factores internos: 

  • Estrés o emociones fuertes
  • Comidas picantes
  • Consumo de alcohol
  • Factores hormonales

Las personas con pieles reactivas deben reforzar la función de barrera de la piel, incorporando a la rutina productos que respeten el pH natural y no contengan activos irritantes. También es importante tomar recaudos en los hábitos de la rutina diaria, evitando la exposición a factores que puedan provocar un período de brote.

Si tu piel presenta estos síntomas, te recomendamos realizar una consulta con tu médico dermatólogo para armar una rutina de cuidado diario que se adapte a tus necesidades.